EL CAMBIO SUSTANCIAL Y SOSTENIBLE DE LA DISTRIBUCIÓN DE
RECURSOS Y OPORTUNIDADES IMPLICA TANTO LA RE COMPOSICIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO
Y, POR LO TANTO, DE LOS FLUJOS DE INGRESO LABORAL COMO LA DISTRIBUCIÓN DIRECTA
VÍA POLÍTICAS SOCIALES DE LAS RIQUEZAS GENERADAS POR EL PAÍS
El fenómeno de migración del campo a
la ciudad se constituye en Bolivia como un proceso muy antiguo, a partir de la
segunda mitad del siglo XX, protagonizado generalmente por gente joven, adolescentes o adultos jóvenes. Este proceso se considera como un tipo particular
de migración ya que en ella no solo se cambia de lugar de residencia, sino
también de profesión u oficio, dadas las diferencias existentes entre las
oportunidades, número y características de los distintos tipos de empleo que
existe en el campo con relación a la ciudad.
A partir de este fenómeno, la brecha
en términos de igualdad y género se fue ampliando dado que la las mujeres emigrantes del campo, en sus primeras y segundas generaciones, debido a las
limitaciones en formación educativa (elevadas tasas de analfabetismo y deserción
escolar) fueron encontrando un espacio laboral siendo contratadas como empleadas
domésticas, generalmente en condiciones desfavorables para ellas y sometidas a
muchos abusos por parte de sus empleadores.
Por el otro lado los hombres encontraron
cabida en oficios básicos a través de conocimientos empíricos basados solo en
la experiencia de sus lugares de origen, como la construcción y otros que
demandan solo el empleo de la fuerza, con el pasar del tiempo fueron
aprendiendo otros oficios generalmente artesanales, las siguientes generaciones
tuvieron acceso a formación más técnica pero también de manera empírica.
Las nuevas generaciones de emigrantes salieron
en busca de mejores empleos y ocupaciones más rentables, el acceso a la
educación permitió la especialización en ramas técnicas y posteriormente se
incursionaron en el comercio donde las diferencias de género se acortaron ya
que tanto mujeres como hombres obtuvieron mejores condiciones y más ingresos.
Con el pasar de los años las brechas
se acortan cada vez más porque en función a las necesidades de ingresos, tanto
hombres como mujeres incursionan en rubros, profesiones o campos que eran de
exclusividad de mujeres u hombres como por ejemplo el ámbito de la cocina en el
caso de los hombres y en el ámbito de la construcción en el caso de las
mujeres.
Por otro lado la necesidad de búsqueda
de mejores condiciones y mayores oportunidades obliga a profesionales
desempleados a buscar mejores alternativas de empleo en el exterior del país,
migrando en la mayoría de los casos a Estados Unidos, España, Italia, Brasil y
Argentina. Estas personas en gran proporción son empleadas como trabajadores
domésticos, encargadas del cuidado de adultos mayores, meseros, constructores y
obreros, postergados en la mayoría de los casos por la condición legal en la
cual se encuentran en aquellos países.
Por todas estas razones se debe
considerar al factor económico como una de los aspectos más importantes que hacen
que las diferencias de género se acorten, ya que hoy en día tanto hombres como
mujeres luchan por espacios que ofrecen mejores ingresos, incursionan en ramas
y profesiones que antes eran propias o exclusivas de hombres o mujeres.